Debes haber escuchado la expresión «a buenas horas mangas verdes» en multitud de ocasiones. Recurrimos a esta expresión cuando la solución a un problema llega tarde porque ya está resuelto. Sin embargo su origen se remonta varios siglos atrás, concretamente al siglo XV o también llamado el «Siglo de las Innovaciones» que fue con el que se abrió la era de los descubrimientos.
Siglo XV, España durante el reinado de los Reyes Católicos
En aquella época, en España existió un cuerpo policial llamado la «Santa Hermandad».
Eran los antecesores de la actual Guardia Civil Española, y fueron creados durante el reinado de los reyes Católicos, Isabel y Fernando.
El uniforme de dicho cuerpo se componía de un coleto o chaleco de cuero hasta la cintura con mangas de color verde.
Este motivo provocó que fueran conocidos como los ‘mangas verdes‘.
La parte de abajo eran unos faldones que no pasaban de la cadera.
Fue uno de los primeros cuerpos policiales organizados de Europa.
Combatir los asaltos de los bandoleros
Inicialmente se creó para combatir el problema del bandolerismo en los campos de Castilla.
El cuerpo creado fue tan efectivo que permitió limpiar Castilla de ladrones y salteadores de caminos.
Los Reyes Católicos aprovechando su eficacia y que era un cuerpo que sólo estaba bajo sus órdenes, lo empezaron a utilizar también para otros menesteres, como las grandes empresas militares.
Esta decisión provocó que participaran en la conquista de Canarias, la guerra de Granada y otras guerras en la península.
Muere la reina y los mangas verdes se desmoronan
Pero después de la muerte de la Reina Isabel de Castilla empezaron las protestas por parte de la nobleza y de las ciudades.
Ya que al fin y al cabo eran ellos los que corrían con los gastos de la Santa Hermandad. Y este y otros motivos iniciaron un proceso de declive del cuerpo policial.
Con lo que llegó un momento en el que los recursos no eran suficientes para cumplir con una buena tarea.
Y asiduamente los guardias llegaban tarde o no llegaban a solventar los problemas.
Llegaban tarde a los sitios en los que eran requeridos cuando todo estaba ya resuelto o finalizado.
¡A buenas horas, mangas verdes!
Es por ello que la gente comenzó a decir la frase «¡a buenas horas, mangas verdes!» cuando hacían aparición y la situación ya se había solucionado.
Su desprestigio quedó plasmado en esta conocida expresión popular y así ha llegado hasta nuestros días.
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