Hoy en día usamos la palabra «pedante» para señalar a aquella persona que presume de saber muchas cosas. Sin embargo, esta connotación negativa no siempre ha sido así. ¿Cuál es el origen de la palabra pedante?
Origen italiano
La palabra pedante se introdujo en el español en el siglo XVI. Procedente del italiano y como un producto más de las intensas relaciones entre España e Italia durante esa época.
Esta palabra se empleaba para designar al «maestro que enseña a los niños», y está muy relacionada con la palabra pedagogo ( «el ayo que cría el niño» ).
Pedante es una deformación del cultismo pedagogo por identificación popular jocosa con la voz italiana preexistente pedante, «soldado de a pie», «peatón», a causa de que el acompañante de niños es peatón constante.
Durante los siglos XVI y XVII se denominaba «pedante» a los maestros que enseñaban a domicilio, yendo a los hogares de niños a enseñarles diferentes materias. Pero la palabra fue transformando su significado a algo negativo.
¿Por qué se ha transformado en un adjetivo negativo?
La respuesta está en que muchos eran los maestros que se ofrecían para ir a dar las lecciones a los hogares y pocas las casas a las que ir.
Por lo que las pruebas para acceder a dicho trabajo, que realizaban los señores que querían contratar a un maestro que fuese a enseñar a sus hijos, eran muy estrictas y selectivas.
Esto provocó que cada aspirante al puesto estuviese altamente preparado y dispuesto a saber más que el otro. Por lo que esa rivalidad entre candidatos hizo que sobresaliesen aquellos más resabidos y listos, siendo los elegidos para el empleo de pedante.
Así que con el tiempo se comenzó a utilizar este término para referirse al tipo de personas que «lo saben todo».
Fue a partir del siglo XVIII que la palabra tomó su significado actual y así fue empleada en los textos literarios a partir de este momento como sinónimo de afectado, engolado, etc.
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