Actualmente, en la sociedad en la que vivimos, estamos expuestos constantemente a un fuerte nivel de estrés que nos provoca ansiedad. Trabajamos durante todo el día, recibiendo emails, llamadas telefónicas y yendo de un sitio a otro. Incluso hay gente que cuando termina su jornada laboral, sigue trabajando desde su casa hasta muy tarde. Seguramente ignorabas que el estrés reduce el tamaño del cerebro y provoca pérdidas de memoria
Además de trabajar para ganar un sueldo cada mes, debemos ocuparnos de nuestros hijos y familiares, ir a comprar, cocinar y mantener la casa limpia. Todo eso sin mencionar los problemas extras que la vida en sí a veces nos depara. La muerte de algún familiar, enfermedades de seres queridos o cercanos, etc.
Un cerebro más pequeño
Esta forma de vivir va haciendo mella en nuestras vidas perjudicando gravemente nuestra salud, incluso reduciendo el tamaño de nuestro cerebro y consecuentemente, haciendo que tengamos mayores dificultades para memorizar y recordar cosas.
El estrés provoca la segregación de una hormona, el cortisol, una sustancia producida por la glándula suprarrenal que se conoce como hormona del estrés, cuyo objetivo es poner a nuestro organismo en estado de alerta para poder solventar la crisis que lo ha provocado.
Imaginemos a una cebra amenazada por un León, en una situación como esta, el estrés y la ansiedad son necesarios para que el animal reaccione y huya o si estamos en un edificio que está incendiándose, el estrés es fundamental para garantizar nuestra supervivencia.
El problema es que muchas veces vivimos como amenazas situaciones cotidianas que en realidad no lo son, provocando a largo plazo, consecuencias devastadoras.
Un grupo de investigadores de la University of Texas Health Science Center de San Antonio (EE.UU.) publicó un estudio en la revista Neurology demostrando que las personas que estaban sometidas a altos niveles de cortisol en sangre (sobre todo las mujeres) sufrían un deterioro de la memoria y atención, una disminución en la percepción visual y tenían un tamaño cerebral más pequeño que aquellos participantes que no vivían con estrés.
Otros síntomas del estrés y la ansiedad
La hormona del estrés desciende después del episodio estresante. Pero si esas situaciones de miedo, agobio o peligro se dan de manera muy habitual. Los niveles de cortisol en sangre permanecen elevados, lo que además puede provocar:
- dolores de cabeza
- ansiedad
- ataques de pánico
- depresión
- insomnio
- pérdida de memoria
- reacciones alérgicas
- asma
Así que, si tienes una vida estresante, es importante que intentes reducir la ansiedad de tu día a día. Intenta dormir 8h diarias, mantén una buena alimentación, practicando ejercicios de relajación y haciendo deporte de forma constante.
Si te ha interesado esta información puedes leer nuestro artículo: El peligro de no hacer deporte