El amor es algo precioso, pero no nos engañemos, también hace que ganemos kilos. ¿Por qué engordamos cuando tenemos pareja?
Parece ser que cuando estamos enamorados, descuidamos nuestro físico, ya que como ya hemos conseguido a la persona deseada, ya no tenemos necesidad de seducirla.
Estudios han demostrado que las parejas más felices son las que aumentan más kilos, mientras que aquellas que no se sienten satisfechas, logran mantener su peso.
Las parejas que están casadas engordan más
Curiosamente, las mujeres que contraen matrimonio engordan aproximadamente 10 kg y los hombres 13 kg cinco años después de casarse. La razón principal son los malos hábitos alimentarios y que a penas tienen tiempo para practicar deporte. Además, tras el período de enamoramiento, nos relajamos y empezamos a dejarnos, por no hablar de si la mujer se queda embarazada.
Por el contrario, los solteros mantienen su peso, ya que al seguir buscando el amor, siguen cuidando su físico para resultar más atractivos.
La vida social de las parejas estables
Además de que nuestro físico empeora, existen otras variables que hacen que nuestra calidad de vida se vea afectada cuando estamos en una relación estable, por ejemplo, disminuye nuestra vida social.
Las personas que viven con su pareja reducen considerablemente su vida social. De hecho, cuando dos personas inician una relación, se calcula que aproximadamente transcurren hasta 6 meses hasta que los amigos vuelven a recuperarlos.
Nuevos hábitos para mantener el peso en pareja
A pesar de que el amor nos hace ganar unos cuantos kilos, no todo son malas noticias. En realidad, todo es cuestión de proponerse cambiar los malos hábitos. Aquí os dejamos algunas recomendaciones:
Comida sana
A medida que pasa el tiempo, las cosas que hacemos en pareja se vuelven costumbre; ir al cine y comprar palomitas, comer pizza mientras vemos una peli, etc. Nos resulta mucho más sencillo y rápido comer alimentos prefabricados que cocinar un bol de verduras. Antes de sentarnos en el sofá para ver una peli, pídele a tu pareja que te ayude a cortar las verduras. Puede que al principio os cueste un poco, pero con constancia, al final se convertirá en un nuevo hábito y conseguiréis tener una alimentación saludable.
Moderación con el alcohol
Si tú y tu pareja sois de los que tenéis una vida social muy activa, vigilad con el alcohol. En las fiestas, comidas y otro tipo de celebraciones es muy fácil caer en la tentación de consumir bebidas alcohólicas. Debéis procurar hacer otro tipo de planes, como por ejemplo, hacer excursiones o actividades al aire libre.
Sabemos que no siempre es posible, así que también ayuda practicar deporte y consumir todo lo que se ha ingerido, sobre todo en los fines de semana.
Cuidado con las proporciones de comida
Cuando estamos en pareja, es muy común que las proporciones de los platos se dividan a partes iguales. Los hombres necesitan consumir más calorías que las mujeres, así que cada uno debe tener en su plato la cantidad de alimentos que le corresponden. Además, muchas veces, tendemos a acabarnos todo lo que hay en la mesa, aunque estemos llenos, porque nos sabe mal tirarlo. No fuerces tu estómago y si ves que ya te sientes satisfecho, procura guardar los restos de comida en la nevera.
Asesorarse por un nutricionista
Perder peso no es una tarea fácil. A veces pensamos que estamos comiendo de forma sana y sin embargo, no hay manera de quitarnos esos kilos de más. Si el método que estás usando en tu alimentación no te funciona, pide a un nutricionista que te personalice una dieta. Un profesional sabrá cuántas calorías diarias debe consumir tu cuerpo y dividirá las comidas acorde a tus necesidades. Además, cuando nos ponemos en manos de un profesional que nos hace un seguimiento, el proceso de adelgazamiento se hace mucho más llevadero.
Evitar las peleas
Está demostrado que las discusiones hacen aumentar el peso de las personas, ya que los niveles de insulina y los triglicéridos aumentan. Así que, procura no discutir con tu pareja y aprende a comunicarte con ella de una forma saludable.
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