Los beneficios de escribir a mano son múltiples. Sin embargo, con la introducción de las tecnologías en nuestras vidas, la tendencia es que esta costumbre vaya desapareciendo. Parece que olvidamos la importancia de seguir escribiendo a mano.
El uso del papel mejora la memoria y el aprendizaje
Según estudios en psicología, cuando usamos papel y lápiz para aprender algo, aprendemos mejor.
Ya que en este proceso las capacidades neuronales complejas se estimulan y se ejercita el cerebro, mejorando la memoria y el proceso de aprendizaje. Hacerlo con lápiz y papel aumenta en mayor medida que si lo hiciéramos mediante el uso de un teclado y una pantalla.
¿A qué se debe?
La redacción manuscrita, es un acto más lento que el que se realiza en un teclado de un ordenador. Esto permite que nuestra mente tenga tiempo para que las ideas broten de manera fluida y constante, casi sin pausas.
Cuando redactamos en un teclado, ocurre lo contrario. Ya que lo hacemos a saltos y velozmente y cortamos ese fluir de ideas casi sin dar tiempo a nuestro cerebro para pensar.
Escritura terapéutica
La escritura a mano ayuda a ordenar las propias ideas, e incluso se puede hablar de escritura terapéutica cuando las preocupaciones se escriben de puño y letra y ayudan a reconocerlas y superarlas.
La escritura expresiva, o de expresión de sentimientos se ha relacionado en diversos estudios con sensibles mejoras en el estado de ánimo y un mayor bienestar generalizado. Escribiendo a mano ayudamos además a reducir los niveles de estrés.
Es indudable que el uso del teclado tiene grandes mejoras y beneficios para nuestro trabajo y producción diaria, y que actualmente, mientras no se perfeccione el reconocimiento de voz a través de los ordenadores para que puedan escribir perfectamente lo que nosotros decimos, será el método más utilizado para escribir.
Ahora bien, el ser humano debería encontrar un equilibrio para no perder los beneficios que se obtienen al realizar tareas manuales como es el arte de escribir a mano y poder «exprimir» al máximo los beneficios de ambas formas.
La escritura como arte: la caligrafía
La caligrafía es quizá el arte más antiguo junto con la pintura y la música, el ser humano ha pasado de las pinturas rupestres a los pictogramas sumerios y los jeroglíficos egipcios y más tarde a las romanas, que acabaría convirtiéndose en la escritura de Occidente a través del latín.
La palabra caligrafía viene del griego y significa arte de escribir con buena letra.
Este arte fue olvidado durante mucho tiempo, pero en el siglo XIX, volvió a resurgir con fuerza el arte de la caligrafía gracias a Edward Johnston (creador de la famosa tipología ‘sans serif‘). Johnson era un artesano británico que junto a Rudolf Kochson son considerados a día de hoy como los padres de la caligrafía moderna.
Este arte es una buena herramienta para relajarnos y tener un momento Zen en silencio con nosotros mismos. Hoy en día existen muchos cursos online que podéis hacer desde vuestra casa con una taza de té.
Y hablando de escritura manual, si te interesa saber cómo lo hacen las personas invidentes, lee nuestro artículo: ¿Quién inventó el Braille?