Seguramente conocerás a alguien que tiene alergia al polen o al pelo de gato, pero existen personas con alergias al agua o al frío. A continuación te explicamos cuáles son las alergias más raras.
¿Qué es la alergia?
La alergia es una reacción de nuestro organismo, más concretamente de nuestro sistema inmunitario, hacia algo externo o interno que no molesta a la mayoría de las demás personas.
Las alergias más comunes son al polen, a los ácaros del polvo, caspas de animales, alimentos o medicamentos. Y las reacciones más típicas que provocan son goteos nasales, estornudos, picazón, sarpullidos, hinchazón o asma.
Pero veamos algunas de las alergias más raras que también existen.
Alergia al agua
Es el caso de la alergia al agua, algo que no suele ser común pues todos necesitamos agua para vivir y también para mantener nuestra higiene. Esta alergia se denomina también urticaria acuagénica y suele provocar una irritación e hinchazón de la piel cuando entra en contacto con el agua.
Alergia al semen
Si, habéis leído bien, alergia al semen. Por difícil que parezca hay personas que tienen alergia al semen que cuando tocan el semen le aparecen irritaciones o bien heridas que podrían llegar a infectarse. Al parecer, la alergia al semen surge como reacción inmune a las proteínas que éste contiene.
Alergia al sudor
Todavía no se ha certificado que se trate de una alergia como tal, aún se necesitan más estudios para verificarlo, pero hay personas que tienen alergia al sudor. Los síntomas son diversos, como eccemas o rojeces en zonas de mucha sudoración e irritación.
Alergia al ejercicio
Aunque suene raro pero hay gente que tiene problemas cuando realiza mucho ejercicio. Consiste en alergia a los movimientos bruscos, y los síntomas son mareos, picores e hinchazón de diversas partes del cuerpo tras hacer ejercicio. Suele tratarse con medicación como la mayor parte de estos trastornos.
Alergia al frío
También se le conoce como urticaria a frigore, es una reacción de la piel ante la exposición a estímulos fríos como el viento, bajas temperaturas, lavado o inmersión en agua fría, contacto con objetos fríos o ingestión de bebidas o alimentos fríos. Los síntomas son brotes agudos de ronchas rojizas en la piel que producen picor y otros síntomas que pueden incluir fiebre, malestar general, dolor de cabeza o dificultad para respirar.
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