La oxitocina es la hormona encargada de que seamos compasivos, amables y que amemos. ¿Sabías que las relaciones sociales aumentan la oxitocina?
¿Qué es la oxitocina?
La oxitocina es una hormona que actúa como neurotransmisor en el cerebro. Influye en la interacción social y la reproducción sexual de las personas, desempeñando un papel fundamental en los comportamientos desde el apego materno a un bebé y la liberación de leche hasta la empatía, la generosidad y el orgasmo.
Cuando besamos o abrazamos a un ser querido, nuestros niveles de oxitocina aumentan; por lo tanto, la hormona juega un papel muy importante en todos los vínculos de pareja. Esta hormona se estimula mucho durante el sexo, el parto y la lactancia. Se produce en el hipotálamo y es secretada por el lóbulo posterior de la glándula pituitaria. La oxitocina subyace a la confianza individual y social. También es un antídoto para los sentimientos depresivos.
Sin embargo, la oxitocina tiene un lado oscuro. Como facilitador de la vinculación entre aquellos que comparten características similares, la hormona fomenta las distinciones entre los miembros dentro y fuera del grupo, y pone en marcha el favoritismo hacia los miembros dentro del grupo y los prejuicios contra los que están fuera de éste.
La hormona social y del amor
A la oxitocina también se la denomina «hormona del amor» u «hormona de los mimosos», puesto que es la hormona humanista por excelencia, debido al importante papel que desempeña durante la infancia, así como en las relaciones amorosas y el bienestar personal de las personas.
Los humanos somos seres sociales, más que ningún otro animal. Por este motivo, necesitamos de los demás para ser felices. Desde que nacemos, requerimos de nuestros padres para poder sobrevivir y madurar.
Las personas que están vinculadas a un grupo social, liberan mucha más oxitocina que aquellas que no están vinculadas a ningún grupo. Y es que para ser felices, es necesaria la liberación de esta hormona y esta demostrado que las relaciones sociales aumentan la oxitocina .
El trastorno de espectro autista (TAE)
Desgraciadamente, existen personas que son incapaces de liberar oxitocinas, hecho que hace que les sea prácticamente imposible convivir en sociedad. Cuando una persona sufre este trastorno, concibe el resto de seres humanos como ajenos a su propia persona, dificultando la interacción social. En casos extremos de autismo, incluso hay personas que son incapaces de poder hablar con otros seres humanos.
Este trastorno suele manifestarse a edades muy tempranas, entre los 2 y 3 años de edad. Diagnosticar este trastorno a tiempo es fundamental para poder tratar los síntomas y mejorar la calidad de vida de estas personas y de sus familiares. Algunos síntomas de este trastorno son:
- Escasas expresiones faciales y gestuales
- Ausencia de emociones y risas ante situaciones supuestamente placenteras
- No escuchar cuando se les habla ni responder a su nombre
- Frecuentes rabietas repentinas
- Acciones repetitivas como girar sobre sí mismos, balancearse, repetir los mismos sonidos, etc.
¿Podemos sobrevivir sin contacto físico?
Recibir abrazos y besos es tan importante que la falta de cariño puede incluso alterar el desarrollo físico y mental de un bebé. Un niño que haya sido bien atendido a nivel sanitario e higiene, si no ha recibido el cariño diario necesario por parte de sus seres queridos, puede presentar retrasos psicomotores, ser inseguros, inmaduros y/o apáticos.
Lo mismo ocurre con los adultos, los humanos necesitamos del contacto físico para sentirnos queridos y realizados. Los besos, las caricias y el cariño es fundamental para nuestro bienestar psicológico, corporal y emocional, ya que contribuye a que nos aceptemos a nosotros mismos y nos sintamos aceptados por los demás.
La película La habitación que trata este tema de forma excelente. El film narra la historia de una mujer que ha sido secuestrada por un hombre y encerrada en una habitación durante siete años. Joy Newsome, también conocida como Ma, tiene un niño de cinco años y es el hijo de su secuestrador. Más allá del contacto con su madre, el niño de Ma no ha tenido contacto con otras personas.
Ahora que ya sabes la importancia de interactuar con los demás no te pierdas nuestro artículo ¿Por qué se contagian los bostezos?