A muchas personas les ocurre que durante los viajes en coche, haya curvas o no, se marean. Esto también ocurre en tren o en avión y por supuesto en barco, que es el medio de transporte por excelencia en el que más gente se marea. Pero, estudiemos en concreto el coche, ¿por qué nos mareamos en el asiento trasero del coche?
Cinetosis o mal de movimiento
La cinetosis o mal de movimiento, es el nombre que le dan los científicos. En teoría se produce porque nuestro sistema visual y nuestro sistema vestibular envian señales distintos a nuestro sistema nervioso central, con lo cual todo ello produce un desbarajuste y el consecuente mareo. Pero expliquémoslo más llanamente.
Nuestro sistema vestibular se encarga de controlar el equilibrio y el control espacial, encargado de mantener el equilibrio y el control espacial. A través de unos «sensores de posición», que son unos pequeños cristales situados en las células sensoriales en algún lugar de nuestro oído, se envía información constantemente a nuestro cerebro de la posición en que nos encontramos constantemente, aunque estemos inclinados o dando vueltas.
A parte de esta información, nuestro cerebro también recibe información de nuestro sistema visual, es decir de lo que vemos. Así que cuando no concuerda lo que vemos con lo que transmite nuestro sistema de equilibrio, digamos que nuestro cerebro se vuelve «loco». Vemos un ejemplo cuando los niños juegan a taparse los ojos y dar vueltas sobre sí mismos para producirse un mareo sobre sí mismos, al cerrar los ojos evitan que su sistema visual envíe información y así el mareo se produce más rápido.
Esto es exactamente lo que ocurre cuando nos sentamos en la parte trasera del coche. Nosotros no estamos viendo la carretera, y si además estamos mirando el móvil o leyendo el efecto todavía es más perturbador para nuestro cerebro, ya que recibe imágenes visuales de un espacio estable, mientras que el coche se va moviendo y ondulando por las serpenteantes carreteras, así que nuestro sistema de equilibrio detecta que físicamente nuestro cuerpo se mueve. Todo esto produce que nuestro cerebro se descontróle y sintamos el maldito mareo.
Todo esto explicaría porque nos mareamos más cuando estamos en el asiento trasero del coche, pero ¿nos mareamos igual si estamos en la parte delantera del coche?
El conductor no se marea
Si os habéis fijado, normalmente, la persona que conduce nunca se marea, ya que el tiene su sistema visual y su sistema vestibular totalmente alineados, es decir, el ve hacia donde se va a mover su cuerpo y su sistema de equilibrio también da la misma información, por lo tanto su cerebro recibe una respuesta coordinada y por lo tanto no se produce el mareo.
Normalmente, al copiloto, que también está en una situación privilegiada dentro del coche, y puede ver hacia donde será la próxima curba, tampoco sufre los dichosos mareos.
Por lo tanto, el consejo cuando nos mareemos, es que dejemos el libro o lo que tengamos entre manos, nos relajemos y tratemos de mirar hacia la carretera, para que nuestros sistemas de percepción se alineen lo máximo posible y nuestro cerebro no sufra este trastorno.
La herencia también es importante
Además de toda esta explicación, también existe un factor hereditario, ya que hay personas que son mucho más propensas al mareo que otras, aunque todas estén mirando a la carretera. Un estudio de la Universidad de California en San Francisco descubrió que hay un factor hereditario. Por lo visto, si nuestros padres son personas propensas a marearse en el coche, la probabilidad de que nosotros nos mareemos con más facilidad es bastante alta.
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