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¿Por qué tomamos uvas en fin de año?

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Cada año por noche vieja, en España y en otros países hispanoamericanos como México, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Puerto Rico, El Salvador o Venezuela, se celebra el fin de año comiendo uvas y bebiendo ‘champagne’. Pero ¿por qué tomamos uvas en fin de año?

De origen Francés

Parece ser que todo empezó durante la «Belle Époque» a finales del siglo XIX, allá por el año 1.870 en París. Con el esplendor de la clase alta parisina, en el frecuentado cabaret Moulin Rouge, la gente rica empezó a celebrar sus fiestas con champagne. El champagne era un producto exclusivo que sólo se podían permitirse algunos bolsillos, y esto demostraba su riqueza y exclusividad.

Un tiempo más tarde, la costumbre de beber champagne y tomar uvas en la última noche del año empezó a asentarse en la burguesía. Poco a poco este ritual cruzó la frontera y llegó a España.

En España las clases altas adoptaron en seguida esta costumbre, ya que París estaba de moda.

Una burla a la clase alta

En el año 1882, el alcalde de Madrid, José Abascal y Carredano, prohibió una fiesta llamada “la recepción de los reyes magos”. Esta fiesta consistía en burlarse de los forasteros que llegaban a la ciudad, diciéndoles que la noche del 5 de Enero había que salir a buscar dinero y regalos.

Los madrileños les hacían creer que los organizadores de la cabalgata de Reyes, habían dejado estratégicamente regalos escondidos, para aquellos que fueran capaces de encontrarlos, trepando balcones y subiendo fachadas. En general esta fiesta se utilizaba para beber, reír y hacer el ruido que quisieran por las calles de Madrid.

Las gente de Asturias y Cantabria eran las principales víctimas de estas «bromas», así que el alcalde José Abascal, que había nacido en Pontones, Cantabria, no le pareció bien y decidió acabar con eso. Creó una orden municipal que obligaba a pagar 1 duro (cinco pesetas) a todos los que celebrasen esa «recepción a los reyes magos».

La respuesta de un gran grupo de madrileños fue ridiculizar a la clase política y clases altas de la ciudad, tomando uvas al son de las campanadas delante de la Puerta del Sol. Esta forma de celebración parece que a la gente le gustó y siguieron repitiéndolo año tras año, y poco a poco se fue asentando.

Una buena cosecha de uvas blancas

En el año 1909, en Alicante, España, hubo un excedente de la cosecha de uvas. Esto provocó que las productoras de uvas intentaran incrementar sus ventas con una innovadora campaña de Navidad relacionándolas con estas fechas y con la buena suerte.

Esto hizo que la variedad de uva blanca Aledo se convirtiera en sinónimo de Nochevieja y se popularizó su venta en paquetes de doce ya preparados para consumir el último día del año.

Este excedente de uvas sirvió para extender esta tradición a todo el territorio nacional, pero el verdadero origen parece ser que fue la mofa de los madrileños a sus políticos.

Exportación a latinoamérica

Los españoles exportaron esta costumbre a muchos países latinoamericanos, donde esta costumbre se asentó muy rápidamente. Esto hizo que se convirtiera en una costumbre básicamente hispana. Ya que en el resto del mundo no se practica.

Dejamos un video de la banda madrileña ‘Mecano‘ donde explican muy bien el sentimiento y la emoción vivida en esa noche del año. Y curiosamente cantándolo 100 años después del origen de esta bella tradición.

Mecano, «Un año más».

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