Posiblemente no sabremos exactamente quién fue Buda o que hizo durante su vida, pero seguro que todos habremos visto una imagen suya en algún templo budista o en alguna tienda de recuerdos. Es ese hombre regordete sentado sobre sus piernas cruzadas. Pero, ¿realmente Buda estaba gordo?
La mayoría de los occidentales cuando pensamos en Buda nos viene a la mente un personaje gordo, calvo y siempre sonriente, pero este no es el verdadero Buda de la historia. Éste el llamado «El Buda que ríe».
¿Quién fue Buda?
El Buda, fue un hombre llamado Siddhartha Gautama que vivió alrededor del siglo VI a.C. en la India. Nacido como un príncipe rico, eligió vivir como un asceta en busca del significado de la existencia, que encontró mientras meditaba durante 49 días bajo el árbol Bodhi.
Budas sentados en el templo Wat Pho, Thailandia. Autor fotografía: adventureoclock.com
Siddharta, abandonó de joven su condición de príncipe para vivir como un mendigo, así que es poco probable que fuera obeso.
Siddharta Gautama o más conocido como Buda Gautama es la figura central del budismo. Sus relatos, vivencias, discursos y reglas de vida son las creencias en las que se basa el budismo. Todas estas enseñanzas fueron recogidas posteriormente a su muerte y fueron resumidas.
Los textos budistas de Gandhara son los manuscritos budistas más antiguos que se han conservado hasta nuestros días, y fueron escritos entre los siglos I y III a.C cerca del actual Afganistán.
Entonces, ¿quién es el Buda que ríe?
El Buda obeso y calvo que siempre sonríe representa a un monje chino que surgió de los cuentos populares chinos del siglo X d.C. Por lo tanto muy posterior (unos 1.500 años) a Siddharta.
El buda que ríe. Autor fotografía: lotussculpture.com
Esta figura es conocida con varios nombres: Budai (Vietnam), Hotei (Japón) y Pu-Tai (China).
Su nombre Bu-Dai o Budai, se fue confundiendo con el nombre de Buda por el parecido fonético. Y de ahí parece ser que viene la confusión.
Supuestamente fue un monje que practicaba el Zen, la doctrina que surgió en China de la mezcla del budismo y el taoísmo. Vivió alrededor del siglo X en el reino de Wuyue, China. Su nombre significa literalmente «Saco de tela», y se refiere a la bolsa que portaba siempre con él mientras deambulaba sin rumbo fijo.
Según relatos escritos siglos después, Budai era un monje barrigón que vagaba de pueblo en pueblo llevando un gran saco sobre su hombro. Era querido por los niños y los pobres, a quienes les daba arroz y dulces de su saco.
Con el tiempo, Budai se convirtió en un tema de devoción popular en el budismo zen, tanto en China como en Japón, donde se conoce con el nombre de Hotei.
Se cree que su gran barriga y saco representan abundancia, y está incluido entre los Siete Dioses de la Suerte de Japón como un presagio de abundancia y buena salud. En algún momento, también se convirtió en la deidad patrona de los restauradores y camareros, de ahí su preciada ubicación junto a las cajas registradora.
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