Los beneficios de llorar son múltiples, llorar es sano, reduce el estrés, hidrata los ojos, disminuye el malhumor y fortalece el sistema autoinmune. Pero porqué lloramos y cómo es que tiene tantos beneficios, vamos a tratar de explicarlo a continuación.
¿Por qué lloramos?
El ser humano puede llorar por múltiples motivos, normalmente lo asociamos a la tristeza, pero realmente puede tener muchos orígenes. Podemos llorar de emoción, de alegría o simplemente porque nos ha entrado algo en el ojo o estamos cortando una cebolla.
Nuestro organismo produce todas esas lágrimas gracias a las glándulas lagrimales. Estas glándulas repercuten desde la parte interna del ojo hasta parte de la nariz.
Es por eso, que cuando lloramos mucho, también se incrementa el drenaje nasal, y se produce una mayor evacuación del líquido por la nariz. Y ahí estamos nosotros, llorando y sin poder parar de sonarnos la nariz.
Los científicos todavía están estudiando y debatiendo porqué lloramos, pero lo que sí parece que tienen claro, es que tenemos varias formas de llorar o varios tipos de lágrima.
Tipo de lágrima o forma de llorar
Las lagrimas están categorizadas en tres tipos según la causa que las produce, lo curioso es que cada tipo de lágrima también tiene una composición química diferente.
Por un lado tenemos las lágrimas basales, es ese tipo de lágrima que se produce simplemente como un mantenimiento del ojo, tienen la finalidad de lubricarlo, nutrirlo y proteger la córnea, y además sirven como barrera protectora del ojo en cualquier momento. Contienen agua, sodio y potesio, además de un montón de mucina, lípidos, lisozima, lactoferrina, lipocalina, lacritina, inmunoglobulinas, glucosa y urea. Muchas de estas sustancias actúan como protectores contra las bacterías de nuestro entorno. Solemos generar al día más o menos 1 gramo de este tipo de lágrima, y como todo en nuestro cuerpo, disminuye con la edad. Por eso, cuando somos mayores tendemos a tener más sequedad en los ojos.
Luego están las lágrimas reflejas, estás son las que se secretan cuando nos entra una partícula en el ojo, o un poco de polvo o humo. También cuando algo nos irrita los ojos al cortar una cebolla o cuando bostezamos o tosemos. Sirven para limpiar el ojo de forma rápida y eliminar los posibles agentes irritantes en ese momento. La composición química de estas lágrimas parece que a parte de contener lo mismo que en las basales, contienen también algunas propiedades curativas.
Finalmente tenemos las lágrimas psíquicas o emocionales, que son las que comúnmente asociamos al lloro, son las que se producen por diversas emociones. Podemos llorar de felicidad o de tristeza, podemos llorar por un dolor físico o por un dolor emocional, incluso podemos llorar de emoción, el llanto abarca multitud de emociones en el ser humano.
Pero como ya comentábamos, la ciencia todavía no ha sabido dar una explicación a porqué lloramos. Una de las teorías es que sea una herramienta para demostrar a los demás nuestro estado de ánimo, debido a que el ser humano es un ser social.
Éste último tipo de lágrimas, las lágrimas psíquicas, contienen elementos diferentes en su composición química, que el resto de lágrimas. Contienen más hormona prolactina, hormona adrenocorticotropa y leucina encefalina, que es un analgésico natural. Estas proteínas ayudan a eliminar los efectos químicos de la emoción que ha generado la secreción de lágrimas.
Por lo tanto, cuando tengamos un disgusto emocional, el llanto puede ayudarnos a recomponernos física y mentalmente.
Beneficios de llorar
A continuación nombramos algunos de los múltiples beneficios de llorar:
- Nos alivia el dolor, tanto físico como emocional, ya que el llanto activa el Sistema Nervioso Parasimpático, que se encarga de generar la relajación al cuerpo después de un esfuerzo. Esto hace que nuestros niveles de estrés se reduzcan y contrarrestemos la activación del Sistema Nervioso Simpático, el encargado de mantenernos en un estado de alerta.
- Mejora el sentido del humor, ya que al llorar liberamos oxitociona y endorfinas. Estas dos hormonas hacen que nos sintamos mejor, tanto física como emocionalmente, y en consecuencia estamos más alegres.
- Nos protege de las bacterias, como ya hemos comentado, con la lágrima segregamos lisozima, una enzima que actúa de barrera contra las bacterias, ya que deshace la pared de las bacteria impidiendo que nos infecte, así estamos más protegidos.
- Reduce la ansiedad y el estrés, ya que al llorar bajan nuestros niveles de manganeso. Este mineral está muy relacionado con la ansiedad y los estados nervisoso. A la vez eliminamos noradrenalina y adrenalina, que son sustancias que generamos ante situaciones de peligro o estrés. Todo ello hace, que después de llorar, entremos en un estado de calma que incluso puede producir sueño.
- Nos comunica con los demás y genera la empatía necesaria en ellos para que puedan entender nuestro estado emocional y puedan brindarnos su apoyo.
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